Desafíos a la Razón

Mirada crítica a la presunción de conocimiento, al culto a la ignorancia y al relativismo irracional abrazado hoy por la sociedad posmoderna.

Es el nazismo una forma de izquierda socialista ? 


Ideología de género... mito o realidad ?

La ideología de género (IDG) es hoy en uno de los temas sociales más polémicos y controversiales debido a su incidencia en la política y la religión. la IDG ha divido opiniones y obligado a la sociedad (e incluso gobiernos) a tomar partido frente a asuntos tan serios como los derechos reproductivos, educación sexual, feminismo y aborto, entre otros. De ahí la importancia de comprender y valorar con rigor estos temas, descubrir qué se esconde detrás de la llamada IDG y porque despierta hoy tanto rechazo y repudio en los medios conservadores y cristianos.

La IDG es un tanto elusiva al pretender definirla formalmente dado que no existe un manifiesto o idea orgánica detrás, o algún grupo que reclame la paternidad de estas ideas, aparte las definiciones encontradas no guardan una debida neutralidad y en el fondo no son más que juicios valorativos nacidos de posturas religiosas o políticas. Según los medios conservadores, la IDG viene a ser un conjunto de ideas moralmente nocivas y reprochables, una especie de antivalores que se pretende imponer a la sociedad a través de una pedagogía contraria a la tradición y la religión. El centro de ataque son grupos radicales LGTBI y grupos de feministas radicales, aliados a la izquierda y que presuntamente buscan normalizar y sancionar por la Ley hechos como la pedofilia, destrucción de la familia, aborto, exhibicionismo, zoofilia, corrupción de menores y hasta encarcelamiento a quien se oponga a estos hechos reprobables.

Esto naturalmente ha prendido las alarmas y generado reacciones virulentas (y hasta comprensibles) entre los sectores conservadores de la sociedad, de ahí la cantidad de marchas y protestas multitudinarias de los creyentes protestando contra la IDG, explica también la reacción furiosa de muchos padres de familia diciendo "con mis hijos no te metas". Esta supuesta "amenaza" a la sociedad se ha hecho viral en los medios y viene siendo alimentada con denuncias sobre hechos condenables que se achacan a estos grupos radicales.

Pero qué hay de cierto en todo esto, acaso estamos a las puertas de vivir una hecatombe social, o un "apocalipsis gay" ? Puestos a escarbar en el tema, curiosamente lo primero que sale a flote es que todo este conjunto de publicaciones alarmistas y opuestas a la IDG (artículos, revistas, libros, panfletos, videos, contenidos web etc.), no provienen de sitios académicos, ni de journals o paper científicos sino de sitios religiosos y conservadores, o de blogs de organizaciones laicas cristianas vinculadas ideológicamente a la derecha conservadora. Y cuando examinas con lupa estas ideas lo otro que adviertes es que no existe propiamente una IDG como tal, un corpus de ideas reconocibles y unos enunciados y objetivos claros, ni siquiera los colectivos LGTBI o feministas se atribuyen su autoría.

De modo que aquí nos encontramos que son los mismos críticos y detractores de la IDG los que han determinado qué es la IDG, que ideas comprende y cuáles son sus alcances. De hecho, fue justamente la iglesia quien acuñó la etiqueta IDG en los años 90 dando a este vocablo una connotación peyorativa. En cualquier caso, la IDG no aparece como un término académico legítimo, o como categoría filosófico-cultural al no corresponder a un movimiento real, homogéneo y reconocible, pero los conservadores utilizan esta etiqueta maliciosamente para vender al público una narrativa falsa que funciona básicamente como arma discursiva para perpetuar el estigma social que han sufrido durante siglos las minorías sexuales.

A este nombre o etiqueta (IDG), simplemente le fue incorporada un cuerpo de ideas y para ello los mismos críticos conservadores confeccionaron una suerte de colcha de retazos en la cual juntaron y mezclaron un sin número de ideas heterogéneas provenientes de varias fuentes y diferentes autores de distintas épocas, para luego integrarlas de un modo más o menos arbitrario y presentarlas al público como si fuera una ideología consistente y atribuible a la izquierda y grupos sociales radicales como las feministas y los colectivos LGBTI. Estos autores conservadores echaron en un mismo saco medias verdades con hechos falsos, junto a ideas condenables a la que se adosa una fuerte carga emotiva negativa y mezclándolas con opiniones políticas de activistas radicales con la que quizá no todos coincidimos. Aquí estamos ante un caso curioso y gracioso ya que los confeccionadores de esta colcha de retazos se autodeclaran ellos mismos sus detractores ¡!

Para los críticos de la IDG, el nucleó de estas ideas (recopiladas por ellos mismos) la achacan a dos fuentes: los autores de izquierda creadores del llamado "marxismo cultural" y desarrollado por escritores como Lacan y Gramsci; y las denominadas "teorías queer" vinculadas a la revolución sexual de los años 60 y 70, promovidas por autoras feministas reconocidas como Rita Segato, Judith Buthler y Simone de Beauvoir; a estas escritoras y sociólogas se les imputa haber deslindado el sexo de la biología y plantearlo como un asunto meramente cultural, lo cual surge de una precaria interpretación de conceptos como género y roles de género, los cuales tienen que ver con juicios sociales y valorativos respecto a los sexos. Curiosamente, estas tesis no son expuestas de manera orgánica dentro de la IDG, simplemente muchas citas o frases de estas autoras son extraídas y sacadas de contexto.

Otro de los lunares y errores que pueden encontrase en la IDG, es que sus críticos parten de la falsa presunción de que la izquierda, luego del fracaso y derrumbamiento del comunismo en la antigua URSS, redefinio su estrategia política al reemplazar la lucha de clases y la reivindicación obrera por la lucha sexual y la reivindicación de los derechos de los colectivos LGBTI y feministas radicales, con el fin de socavar y destruir las bases morales del capitalismo y la cristiandad, ya no mediante revoluciones armadas sino mediante una revolución ideológica y cultural. Esto tendría como consecuencia directa e inevitable la instauración de una especie de co-gobierno entre la izquierda y los gay para convertir la sociedad en una especie de "sodoma y gomorra" aprobando por ley delitos como la pedofilia, exhibicionismo, fomento de la homosexualidad y control natal, donde estaría implicada incluso la ONU. Semejante estupidez (que no puede llamarse de otro modo), es utilizada hoy por la iglesia y los sectores conservadores de la sociedad para infundir miedo y soliviantar la masa creyente contra las minorías sexuales y perpetuar el estigma social contra ellas, tal como lo han venido haciendo durante siglos.

La IDG en el fondo es un rechazo a los estudios multidisciplinarios de género recientes desarrollados por la ciencia médica y que contrarían los conceptos religiosos sobre sexualidad humana sostenidos durante siglos. Este rechazo toma su forma definitiva y acabada con la teorización hecha por escritores de oficio como Agustín Laje y Nicolás Márquez, en su obra "El libro Negro de la Nueva Izquierda", que en esencia es una reproducción de los prejuicios y tabúes ancestrales predicados por la religión sobre sexualidad humana y una vociferación insultante a las minorías sexuales donde son estigmatizados como gente enferma, aberrada y anormal.

Agustín Laje es la nueva cara de esta vieja y funesta ideología de discriminación pregonada por la iglesia durante siglos. Este autor no tiene ningún antecedente académico o científico, de hecho fue un cuadro político reclutado por el Pentágono y recibió su grado en estudios anti-subversivos y contraterrorismo en el Center of Hemispheric Defense Studies de la National Defense University. Sus publicaciones están enmarcadas dentro de la lucha anti-izquierda y antiterrorista que libra el Pentágono aquí en América. Su obra "el Libro Negro de la Nueva Izquierda" es el equivalente a libros o panfletos como el "El Nuevo Orden Mundial" o los "protocolos de Sión" que son basura literaria conspiracionista pero que muchos se toman en serio. Detrás de toda esta literatura panfletaria repleta de falacias argumentativas, se encuentran los viejos discursos religiosos y homofóbicos disfrazados con un nuevo ropaje de apariencia científica engañosa. Sobra decir que este tipo de publicaciones amarillistas que profetizan la implantación de una "sodoma y gomorra" en el mundo, no tienen el menor crédito en los medios seculares e intelectuales y son considerados al mismo nivel que las publicaciones de la Watch Tower Bible o de las profecías que anuncian el reinado del anticristo en la Tierra.

Alrededor de este libro, convertido hoy en una especie de Biblia de los creyentes y homofóbicos en materia de sexualidad, se ha creado un culto global homofóbico que sirve a los intereses de los sectores conservadores de derecha para impulsar su doctrinas políticas y religiosas y atacar a la izquierda en las urnas. En resumen, la IDG no es más que un bulo creado por la iglesia católica y los medios conservadores y que ha logrado instalarse en el imaginario colectivo de la sociedad, gracias a la enorme influencia ejercida por la iglesia entre sus fieles y a la participación de una multitud de escritores de oficio vinculados a la derecha conservadora que actúan como multiplicadores de esta idea. Estamos literalmente ante un "coco" inventado por la iglesia para canalizar entre los fieles sus miedos y tabúes ancestrales frente a la sexualidad humana.

https://elpiquetero.org/2017/02/10/quien-es-agustin-laje-no-es-un-escritor-es-un-cuadro-organico-antifeminista-y-contrarrevolucionario-formado-por-el-pentagono/

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